¿Cambio de paradigma en la venta de “servicers” en España?

Os propongo echar un vistazo atrás, en especial, a aquellos que tenéis unos cuantos años en el sector del Recobro.

Sin añoranza, pero como abriendo el álbum de fotos caído detrás del armario, y que hoy retomamos, vamos a listar con la memoria las empresas que desde 2006 hasta hoy han tenido un proceso de venta o cambio de accionista de referencia:

  • Multigestión Iberia,
  • Treym,
  • Gesif,
  • Gescobro,
  • Geslico,
  • ALD Procuradores,
  • Corporación Legal,
  • Espand Abogados,
  • Cobralia,
  • Medina Cuadros,
  • Reintegra CC,
  • Reintegra,
  • Segestión,
  • Team 4 Collections,
  • Acreditia,
  • Verifica,
  • Activ kapital,
  • TDX Indigo,
  • Gemini,
  • Altamira,
  • Finsolutia,
  • Haya,
  • Hipoges,
  • Etc…

Fijaos que, si hubiéramos querido ahorrar en número de caracteres, nos hubiera resultado más sencillo listar las empresas que no fueron transaccionadas en ese periodo. Y seguro que me he dejado en el tintero, y pido perdón por ello, a un número considerable de empresas que cambiaron de accionista. Incluso alguna empresa que figura en esa lista ha participado en ese periodo en más de una transacción de venta.

La gran mayoría de las transacciones, por no errar con el valor absoluto de todas, se produjeron en proceso de concurrencia de ofertas y postores, alcanzándose siempre la finalización de los procesos, y aunque esto es difícil de comprobar, se concluían a plena satisfacción del vendedor.

Pero, ¿quiénes eran los compradores entonces?

  • Inversores, con vocación de permanencia, que pretendían entrar en el mercado español de adquisiciones de porfolios NPL mediante la adquisición de un servicer de referencia del mercado español.
  • Inversores más oportunistas que, junto a una política agresiva de adquisición de porfolios NPL, adquirían un servicer como coste adicional de la inversión y, así, ganaban rapidez en representación, valoración y posterior servicio. Normalmente, cuando finalizaba el periodo de fuertes adquisiciones de porfolios, volvían a poner en mercado el servicer adquirido.
  • Sociedades de capital riesgo, que, tras analizar la demanda, múltiplos, y número de transacciones, adquirían las compañías porque tras un plan de acción/modernización ligera, entendían que tras un periodo de 3/5 años, las compañías aumentaban de valor considerablemente, y existirían bastantes candidatos a readquirirlas.
  • servicer de mayor tamaño que adquirían competidores de menor tamaño y/o diferente especialidad. Así, o bien ganaban  contratos mucho más rápido, o adquirían un know how difícil de conseguir en tiempo, forma y reconocimiento y, por último, entendían que ganaban en eficiencia, al juntar plataformas operativas con menor peso de Servicios Centrales.
  • Compañías de sectores diferentes, pero con clientela mayoritaria en el mundo de las entidades financieras, y que entendieron que adhiriendo a su oferta tradicional, una oferta de recobro, consolidaban su posición con sus clientes, y se distinguían de sus competidores tradicionales.

Y hoy, ¿siguen siendo actuales estos perfiles? Vamos a ver algunos puntos que nos diferencian de aquella época:

  • El número de Inversores que pretenden entrar en nuestro mercado por primera vez, sin haber desaparecido -gracias a Dios- se ha reducido de manera más que considerable.
  • Estamos en un mercado maduro, en el que la mayoría de los players internacionales, globales y especializados ya están presentes en España, y muchos de ellos ya tienen una estructura acorde a sus intereses.
  • Algunos nuevos inversores que están accediendo en los últimos años al mercado de adquisición de porfolios encuentran una oferta de servicios de recobro, múltiple, suficiente y accesible para lograr sus objetivos sin adicionar estructuras futuras con pasivos laborales complejos.
  • La rentabilidad alcanzada por la mayoría de los servicers, en su vertiente de outsourcing, e incluso en la de servicios a inversores, no permite operaciones de adquisición de competidores, de una manera clara y para un gran número de participantes. No obstante, sigue existiendo, en menor medida, ese mercado presente y futuro de concentración, por actividad, especialidad o número de clientes.
  • Hay una menor presunción, compartida por la mayoría de las compañías de capital riesgo, de futuros incrementos en múltiplos o mejoras aparentes de precio futuro en un sector con alta competitividad; necesidad clara de inversión futura: y dudas al crecimiento del mercado en su conjunto. Esto lleva a la conclusión de que existen sectores alternativos más atractivos para dirigir sus inversiones.
  • Por último, empresas de otros sectores diferentes que quieran diversificar sus servicios con el mundo de recobro han disminuido también de manera considerable, quizás porque las experiencias pasadas de elección de proveedores en todos los ámbitos no premian como se podía esperar la concurrencia con otros servicios y que, la complejidad de este sector tan difícil genera dudas antes de entrar desde cero.

Ojo, no es una lista de lamentos, o pesimista, sino todo lo contrario. Es el conocimiento de la situación real y actual, en especial en momentos de dificultad aparente, lo que facilita procesos diferentes, más imaginativos, menos concurrentes, sin publicidad, perfectamente dirigidos desde origen, con expectativas previas realistas, que pueden y deben seguir permitiendo un mercado potencial futuro.

Espero haber mostrado, en mi humilde opinión, algunas claves que expliquen y generen dudas o ideas a debatir acerca de las últimas noticias, donde se empieza a conocer la suspensión de procesos de venta anunciados con anterioridad, y que ha podido causar sorpresa, zozobra, o incluso una sobrerreacción hacia la eliminación del mercado secundario de servicers en España.

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