Repensar el Derecho ante una Justicia Predictiva

Los avances en tecnologías de la información han transformado significativamente el ámbito jurídico en Argentina. Sin embargo, aún existen desafíos pendientes para lograr una completa modernización, que requiere el compromiso de los actores involucrados y una visión a largo plazo.

El máximo exponente de las nuevas tecnologías de la información en el ámbito jurídico son las aplicaciones de Inteligencia Artificial Generativa (IA) que se nos presentan como una especie de “cerebro mágico” a los ojos de la sociedad y que parecieran que amenazan con sustituir muchas profesiones tradicionales, como a los abogados.

El auge actual de la IA se da, principalmente, por la conjunción de tres circunstancias críticas que se dieron simultánea y recientemente en el universo de la tecnología. Primero la potencia de procesamiento de la computadora aumentó en forma descomunal, luego, el costo del almacenamiento de datos se redujo drásticamente, y, por último, hubo un crecimiento astronómico de datos, con sólo pensar que cuando empezó el GPT-3 en 2021 realiza 175 mil millones de interacciones de datos en forma casi instantánea.

La pregunta es si los abogados podremos aplicar esta tecnología en nuestro provecho, y si corremos peligro de que nos reemplace en nuestra labor profesional.

Ciertamente son cada vez más amplios los campos en que la IA estará presente en el ámbito jurídico, quizás primordialmente en las denominadas herramientas de analítica predictiva, como ser las que analizarán los precedentes judiciales dictados hasta el presente, y donde se ingresarán los problemas específicos de un caso -incluidos, por ejemplo, factores como el tribunal asignado- y proporcionarán una predicción de los resultados probables.

¿Significa que los abogados tendremos menos trabajo?

Los abogados del futuro proporcionarán por lo menos cuatro funciones básicas que la inteligencia artificial no puede proporcionar: capacidad de juicio, empatía con el cliente, creatividad de las soluciones a adoptar y adaptabilidad a las circunstancias de cada caso.

La República Argentina ha experimentado un crecimiento significativo en la adopción de tecnologías de la información en el ámbito jurídico en los últimos años.

Estos avances han impulsado la modernización de los procesos legales y han mejorado la eficiencia y la accesibilidad de los servicios judiciales. Podemos mencionar, por ejemplo, la Digitalización de documentos y expedientes; la Firma electrónica y notificaciones electrónicas; las Plataformas de gestión judicial; el Acceso a la información pública; la Justicia virtual y audiencias a distancia; y por ultimo; la Inteligencia artificial y análisis de datos.

Estas tecnologías tienen el potencial de agilizar la investigación legal, identificar patrones y precedentes, y brindar asesoramiento jurídico más preciso, como en el caso del Sherlock-Legal de Albremática.

La transformación digital del sistema

A pesar de los avances significativos en el ámbito jurídico argentino aún quedan desafíos por superar para lograr una completa transformación digital del sistema judicial.

Es necesario avanzar en Ciberseguridad; la capacitación de los equipos de trabajo; la Interoperabilidad; el Acceso equitativo a todos los ciudadanos; y una Regulación adecuada

Los abogados proporcionaremos la última milla de entrega de soluciones.

Para tomar un ejemplo simple: supongamos que una herramienta de análisis predictivo le dice al usuario que, en un caso determinado ante un juez identificado en una jurisdicción en particular, la probabilidad de un resultado exitoso cercana al 80%. Esa predicción en realidad no le dice al abogado o al cliente lo que debería hacer en realidad, es decir, si el cliente debería proceder o no. Eso requiere que un abogado use su propio juicio para asesorar al cliente, usando la comprensión del abogado de las necesidades del cliente (empatía), en qué camino elegir.

En los próximos años veremos cómo nuestros sistemas dejan de ser herramientas para convertirse en compañeros. Ni cafés, ni conversaciones de pasillo. Nosotros a lo nuestro y ellos a lo suyo, pero sin parar de aprender.

Esta ola traerá plataformas que centralizarán, estructurarán, explotarán y automatizarán una parte importante de nuestro trabajo.

En menos de 5 años veremos como la industrialización del conocimiento modifica drásticamente la estructura de los despachos, dando paso a catálogos de servicios con foco total en nuestros clientes que nos permitirán reforzar esa excelencia que siempre nos hemos de exigir.

La Inteligencia Artificial será nuestro co-piloto necesariamente y si bien todavía se necesita un ser humano informado en el circuito, no debemos desconocer el cambio de paradigma en el desarrollo de productos de inteligencia artificial, indudablemente muy potente y -se podría llegar a decir- súper inteligente.

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