Los principales desafíos para el sector FinTech en España

Los desafíos financieros y regulatorios complican el crecimiento de las FinTech en España, obligándolas a buscar oportunidades en el extranjero, de ahí que el desarrollo y las mejoras en el ámbito regulatorio y en el del fomento de herramientas como el Sandbox se convierten en soluciones indispensables para incentivar la creación y desarrollo de iniciativas Fintech.

El sector FinTech es un motor de innovación, digitalización y cambio en la industria financiera que en España se enfrenta a desafíos significativos que complican su desarrollo y crecimiento. En un entorno complejo, con continúas subidas de tipos de interés, tasas de inflación elevadas e incertidumbres económicas, el acceso a la financiación se ha endurecido, hecho que ha afectado directamente al emprendimiento, y el sector Fintech no es una excepción.

En este escenario, las compañías FinTech están ajustando sus estrategias para enfrentarse a este reto, pero no es una tarea sencilla. Además de las propias condiciones económicas, estas empresas se encuentran con barreras burocráticas, legales y fiscales que dificultan su desarrollo y viabilidad en nuestro país. A diferencia de algunos países europeos, donde se han establecido marcos regulatorios más favorables, el entorno regulatorio en España puede convertirse en un obstáculo que retrasa la operativa de las empresas. Nos encontramos en un mercado fiable y seguro, con muchas garantías para los usuarios financieros, pero demasiadas trabas al emprendimiento en general, y regulatorias en el sector financiero, lo que puede suponer un freno a la innovación y la reducción de opciones para el consumidor.

¿Qué tenemos que hacer para que las FinTechs españolas tengan la posibilidad de llegar a unicornios sin tener que salir de nuestro país?

Recordemos que un unicornio es una empresa que llega a la valoración de 1.000 millones de euros, y que no existe ninguna que lo haya conseguido en España en el sector Fintech. Las que lo han conseguido, ha sido después de salir de España, como Ebury o Flywire. La respuesta radica en la necesidad de un entorno regulatorio más flexible, en proporcionar los incentivos adecuados y en mejorar el acceso a la financiación que propicien el crecimiento de este tipo de empresas. Esto se hace más relevante en el escenario de incertidumbre política y económica que vivimos, y que provoca que el dinero sea más miedoso aún, lo que dificulta la captación de inversión para este tipo de proyectos.

Se trata de fomentar el uso de herramientas regulatorias que ayuden a atraer inversión a España y a fortalecer la confianza que la industria financiera de nuestro país ofrece, tanto a los inversores nacionales como, en especial, a los extranjeros. De este modo, es crucial que los supervisores y el regulador financiero se conviertan en los mejores compañeros de viaje del ecosistema FinTech, adoptando un papel proactivo en el fomento y la supervisión del sector. La innovación regulatoria debe ser promovida por los organismos públicos que regulan y supervisan la industria financiera, puesto que es necesario que la regulación acompañe a la innovación y ayude a posicionar a las empresas de nuestro país en el mercado europeo.

No nos olvidemos de que si otros nos llevan la delantera regulatoria es allí donde tenderá a ir la innovación. Por otra parte, la UE nos elimina significativamente la incertidumbre, donde para estar en la vanguardia lo “único” que tenemos que hacer es trasponer primero y crear reglamentos transitorios antes que nadie. Ya que las directrices ya vienen marcadas desde la Unión. Un buen ejemplo de hacia dónde tienen que ir esas soluciones, para mejorar el entorno regulatorio e impulsar el desarrollo del ecosistema FinTech en España, es la mejora del Sandbox regulatorio, para que se consolide como el espacio que propicie el mejor terreno para el desarrollo de proyectos innovadores, eliminando todo tipo de trabas burocráticas.  

El ecosistema FinTech en España cuenta con talento, innovación y las mejores ideas por parte de los profesionales, pero superar barreras burocráticas y regulatorias y propiciar el mejor escenario para la obtención de financiación se convierten en elementos indispensables para impulsar el crecimiento y expansión de las FinTech, en un entorno de incertidumbre económica y de máxima competencia con otros mercados.

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