Mejoras en las auditorías por las nuevas tecnologías: el riesgo de no adaptarse

La auditoría financiera está experimentando una transformación sin precedentes. Las nuevas tecnologías han revolucionado la forma en que se analizan los datos, se identifican riesgos y se refuerza la transparencia. Sin embargo, muchas firmas y profesionales aún muestran reticencias a la hora de adoptar e implementar estas herramientas, cuando el verdadero riesgo a medio plazo no es solo perder eficiencia, sino que es simplemente seguir siendo.

Actualmente, existe una variedad de herramientas tecnológicas que los auditores no solo pueden, sino que deben incorporar en sus procesos para mejorar la eficiencia, reducir el error humano, identificar riesgos y fortalecer la transparencia y fiabilidad de la información financiera. Estas soluciones incluyen:

  • Plataformas en la nube, que facilitan el intercambio seguro de documentación con las empresas auditadas, mejorando la trazabilidad y ayudando a garantizar el cumplimiento normativo (por ejemplo, ISO 27001).
  • Lectores OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres), que agilizan el análisis documental al automatizar la extracción de datos.
  • RPA (Robotic Process Automation), que permite automatizar procedimientos repetitivos, liberando recursos para tareas de mayor valor.
  • Herramientas de análisis de datos y automatización, que posibilitan el tratamiento masivo de información y la detección de patrones anómalos, así como automatizar procedimientos repetitivos.

El uso de tecnologías en la nube para la gestión documental y el intercambio de información no debería considerarse una mejora opcional, sino un requisito esencial para mantenerse competitivo. Estas herramientas permiten un acceso remoto a la información en tiempo real, una trazabilidad completa de la documentación solicitada y recibida, así como facilitar una colaboración fluida y en tiempo real entre auditores y empresas auditadas.

No aprovechar estas ventajas implica seguir operando con procesos fragmentados y poco eficientes, lo que compromete la calidad de las auditorías y la seguridad de la información.

La implementación de RPA y herramientas de automatización de procesos está transformando la auditoría al eliminar tareas repetitivas que consumen recursos sin aportar valor añadido. Estas tecnologías permiten:

  • Reducir el error humano en la manipulación de datos.
  • Optimizar la asignación de recursos, permitiendo a los auditores centrarse en el análisis crítico de la información al eliminar tareas repetitivas.
  • Mejorar la eficiencia y precisión en la identificación de riesgos.

Desde mi punto de vista, la implementación de este tipo de herramientas no es solo una cuestión de eficiencia, sino de sostenibilidad del negocio. En un sector cada vez más exigente, las firmas que no incorporen estas herramientas estarán en desventaja competitiva respecto al resto.

En cualquier caso, el verdadero punto de inflexión en la auditoría será la incorporación plena de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA). Y aquí quiero recalcar dos palabras. Por un lado, la palabra herramienta, por que es justo lo que es. Una herramienta que va a permitirnos hacer un análisis mucho más preciso. La otra palabra es plena, incorporación plena. Aunque actualmente su aplicación aún es incipiente, su potencial es disruptivo. A día de hoy, su uso se limita a la mejora de ciertos procedimientos gracias a la IA conversacional y, aunque sí que generan cierta eficiencia en su uso, no es el cambio que preveo que nos aportarán este tipo de herramientas en el futuro. El gran cambio vendrá una vez que se resuelvan los desafíos que tenemos y que están relacionados, principalmente, con la seguridad de la información de la empresa auditada y el coste de implementación de las herramientas de inteligencia artificial. Cuando se consiga resolver esos aspectos, el empleo de la IA redefinirá completamente la forma en que trabajamos.

Los beneficios son claros:

  •  Análisis masivo de datos en tiempo real, detectando irregularidades que podrían pasar desapercibidas en revisiones manuales.
  • Identificación automática de patrones de fraude y errores contables, mejorando la calidad de la auditoría.
  • Toma de decisiones basada en datos dinámicos, en lugar de análisis históricos estáticos.

Las firmas que no integren herramientas de machine learning en sus procesos seguirán operando con información limitada, lo que afectará la precisión de sus evaluaciones y su capacidad de respuesta ante riesgos emergentes.

Adaptarse a la transformación digital ya no es una opción, sino una necesidad. La ventana de oportunidad para modernizar la auditoría sigue abierta, pero no lo estará por mucho tiempo. No se trata únicamente de mejorar la eficiencia operativa, sino de garantizar la relevancia y credibilidad del trabajo del auditor en un entorno cada vez más exigente.

Las nuevas tecnologías están redefiniendo el sector, y aquellas firmas que no den el paso corren el riesgo de perder competitividad, clientes y eficiencia. En un mundo donde la transparencia y la integridad de la información financiera son más necesarias que nunca, la auditoría debe evolucionar al mismo ritmo que la información y la tecnología.

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