Tecnología blockchain en el mercado inmobiliario

La tokenización reduce errores y costes operativos hasta un 30% en el sector

Durante décadas, invertir en bienes raíces ha sido una de las fórmulas más seguras para generar riqueza, pero también una de las más complejas y costosas. Cada operación supone una cadena de intermediarios, trámites presenciales, altas comisiones y plazos que pueden prolongarse durante meses.

La aplicación de la tecnología blockchain y la tokenización de activos están abriendo una nueva etapa en el mercado inmobiliario. Este cambio de paradigma simplifica estructuras tradicionalmente rígidas, reduce costes operativos y mejora la trazabilidad de las transacciones. Procesos que antes exigían semanas y documentación física, ahora pueden resolverse en entornos digitales con mayor eficiencia, seguridad y accesibilidad. “La tokenización ya no es una promesa de futuro: es una realidad operativa con respaldo institucional”, asegura Robin Decaux, CEO de Equito.

Un contexto favorable

En los últimos cinco años, la digitalización del capital ha acelerado la aparición de nuevos hábitos de inversión. La inversión minorista en activos alternativos se ha duplicado, mientras que el 70 % de los jóvenes inversores busca ingresos pasivos y el 68 % prioriza plataformas digitales accesibles desde dispositivos móviles.

A este cambio se suman los avances regulatorios. La Unión Europea ha impulsado marcos como el Régimen Piloto y MiCA, que habilitan la emisión y negociación de activos tokenizados en entornos supervisados. España, Alemania o Francia ya han dado pasos en la integración de estos modelos en el sistema financiero tradicional.

Los retos del modelo tradicional

El sector inmobiliario continúa marcado por altos niveles de fricción. Una compraventa en Europa puede involucrar entre seis y diez intermediarios (desde notarios hasta custodios), lo que incrementa costes y plazos. Según la OCDE, los gastos asociados pueden oscilar entre el 9 % y el 12 % del valor de la operación, a lo que se suman demoras que superan los 90 días y una elevada posibilidad de errores en la tramitación.

Frente a este escenario, la tokenización de activos inmobiliarios plantea un modelo digital más ágil. Mediante la representación de la propiedad en forma de tokens y la automatización de procesos con contratos inteligentes, se eliminan intermediarios y se reducen costes. Un informe de Roland Berger (2024) estima que esta tecnología puede recortar los costes operativos entre un 20 % y un 30 %, además de reducir el tiempo de formalización de semanas a minutos.

La eficiencia como motor de transformación

La tokenización no solo abarata transacciones: redefine la infraestructura del sector. Los contratos inteligentes permiten distribuir rentas, ejecutar pagos y actualizar posiciones de forma automática, reduciendo riesgos y errores humanos. “La eficiencia no es una consecuencia de la tecnología; es su principal propósito”, subraya Decaux.

De cara al futuro, la tokenización tiene potencial para convertirse en la infraestructura estándar de inversión inmobiliaria. Lo que hoy se percibe como innovación emergente podría ser, en pocos años, la base sobre la que se reconstruya el paradigma de acceso, propiedad y distribución de capital en el sector.

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