A finales del 2021 se anunció la interoperabilidad de todos los QR en Argentina. Dos años después sigue en crecimiento con una gran pelea por la normativa. ¿Por qué funcionó tan bien en Argentina? ¿Qué busca cada jugador? Y ¿Hacia dónde evoluciona?
En las últimas semanas vimos un ida y vuelta entre Adeba y MercadoPago por quién es quién en el sistema de pagos mediante QR. La Asociación de Bancos Argentinos le exigió al Banco Central de su país que modifique la normativa que regula este medio de pago; y sin nombrarlo insinuó que MercadoPago tenía el monopolio; a lo que su fundador Marcos Galperín rápidamente respondió que lejos de serlo, este es un medio de cobro que “compite en un mercado mayormente controlado por los bancos y jugadores tradicionales”.
Lo cierto es que el QR como medio de pago creció 5 veces en los últimos 18 meses en Argentina. Solo en transferencias interoperables, el BCRA registró más de 52 millones de operaciones desde su alta; y estos números no incluyen las operaciones que se realizan a través de billeteras virtuales. La clave del éxito radica en la interoperabilidad de su funcionamiento, algo que muchos países de Latinoamérica aun no poseen.
El conflicto
A finales del 2021 se anunció la interoperabilidad de todos los QR del país, lo que se llamó Transferencias 3.0. Esto posibilitó que todos los usuarios con acceso a un teléfono celular, y con cualquier billetera virtual o aplicación bancaria pudiera leer cualquier código QR de pagos y así abonar en el momento a través de una transferencia. Con el tiempo nuevos jugadores ingresaron al ecosistema y los bancos también supieron y debieron aggiornarse a dichos cambios.
Se abrieron las puertas para todos, y es cierto, lejos de concentrarse en un solo jugador, la competencia se hizo cada vez más importante y brindó acceso a muchos que aún no estaban bancarizados. Los pagos digitales post pandemia dieron su gran salto. Pero había una zona gris que no contemplaba los pagos con tarjetas de crédito y débito; y en este caso el QR provisto solo aceptaba pagos con tarjeta si el plástico estaba cargado en la billetera virtual. Esto dejaba afuera, por ejemplo a MODO, la app que lanzaron en conjunto todas las entidades bancarias, excepto Banco Provincia que salió con su caballito de batallas y fue un éxito: Cuenta DNI.
Lo que sigue es saldar este vacío. Se había anunciado para el pasado 1 de septiembre, pero la normativa fue suspendida por 45 días más. La puesta en vigencia de la nueva regulación significa un cambio sustancial para el usuario: primero porque le permite elegir con que app de su celular desea abonar –bancaria o fintech-; en segunda instancia elije el medio de pago –CBU/CVU; débito o crédito-. “La medida estipula que cuando los adquirentes o agregadores también sean aceptadores de pagos con transferencia deberán ofrecer a los comercios un único código QR que contemple todos los instrumentos de pago”, informó el BCRA.
Pero ¿por qué el QR tuve tan rápida y buena aceptación en Argentina?
La consulta con expertos deja dos respuestas ganadoras: costos e inmediatez. Ignacio Costa, Head de Nave, lo define como un “código masivo” que hace que la gente se anime a probar.
Frente al desafío de la región, Argentina se encuentra en el top de usabilidad: “Solo en Asia y Argentina se ve con este nivel de apertura”, explica Costa. Se trata de un producto que tiene menos fricción que los medios de pago tradicionales.
-¿Por qué en Argentina?
IC-En Argentina funciona por los costos. Es fácil de usar, en Nave tenes una interfaz que al momento te dice quién te pago, cuánto es la comisión, el dinero resultante es “X” y listo. Esto también viene de la mano del costo y la seguridad. Poder tener información clara es algo que a lo comercios los tenían abandonados.
Por su lado Jessica Rodriguez, Sr. Director, Head Merchant Sales & Acquiring Southerm Cone, VISA enfatiza en que cada vez más se ve que el cliente quiere pagar rápido, con el celular y con un QR, sin tener que entregar su tarjeta física: “que el teléfono sea un POS más”, detalla.
Al igual que Costa, coincide en que el éxito viene de la mano del tipo de experiencia sin fricciones, esto funciona tanto para el vendedor como para el cliente.
-¿Por qué en Argentina?
JR- Por su contexto, probablemente generó que la aceptación sea más masiva. El acceder a terminales más modernas, con el costo que tiene traerlos aquí, generan un sobrecosto para el comercio. Hace que de cara al pequeño comercio ya no sea una solución que pueda tener escala. Un QR te genera un menor costo sin dudas.
Desde Visa y con miras siempre en las tecnologías que avanzan, Rodríguez cree que debe buscar y seguir haciendo crecer cualquier tecnología y “hacer que existan los estándares para que ellas conversen y puedan estar al alcance de todos”.
El comerciante quiere lo mismo desde hace 100 años: vender, tener recompra, y el dinero al instante. Pero el cliente, además, no quiere agregar demoras en el momento del pago. Tiempos y bajos costos parecen resultar las claves del éxito y la disputa en Argentina.
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