¿Reflejan los niveles de morosidad el nivel de riesgo inherente en las PYMES? ¿Cuáles son las perspectivas de acceso a la financiación?
La relevancia de las crisis y los ciclos económicos en el acceso a la financiación no es independiente de las crisis o ciclos financieros. Los ciclos económicos también están relacionados con los ciclos y crisis financieras. Un enfoque macroeconómico no puede explicar las interacciones entre variables financieras, tales como deuda, crédito, precio de los activos, con el crecimiento del PIB. Se pueden dar variables económicas y financieras con comportamientos divergentes durante largos periodos de tiempo, pero el vínculo entre ellas se restablece y se refuerza cuando los auges financieros dan paso a las depresiones, y que, además, suelen coincidir con crisis bancarias que suelen ir acompañadas de recesiones económicas más duras que las asociadas a un ciclo económico típico.
En este contexto, en los últimos años, el sistema financiero mundial ha experimentado un proceso de transformación muy relevante, armándose con un marco regulatorio que algunos pueden considerar excesivo, pero que es garante de un modelo más sólido y que incorpora unas líneas de defensa que reducen el riesgo a repetir situaciones previamente vividas. Esto no evita la potencial aparición de nuevos “cisnes negros”, pero los actuales niveles de exigencias en capital, provisiones, supervisión, ejercicios de stress y otras medidas tanto sistémicas como específicas hacen que su fortaleza sea, hoy en día, una realidad.
El COVID exigió medidas contundentes y actuaciones excepcionales que mitigaron lo que podría haber sido una extraordinaria crisis económica. La disponibilidad de fondos públicos en todos los niveles, como por ejemplo las ayudas del Instituto de Crédito Oficial, permitieron aliviar el impacto en el mundo de las PYMES, que hoy sigue manifestándose sin observar un incremento relevante de la morosidad, aunque sí, y este es el punto principalmente inquietante, de los niveles de deterioro de la cartera en el denominado stage 2, como paso previo a la morosidad. En un entorno económico de subidas generalizadas de precios, alza de tipos de interés, inestabilidad geopolítica, con su respectivo impacto en las cuentas de resultados de las empresas, es de esperar que tensione más, si cabe, los niveles de carteras problemáticas en las PYMES. Esta reflexión se lleva escuchando desde hace tiempo, incluso hablándose de la creación de un “banco mal” para las PYMES deterioradas, pero todavía no se ha visualizado.
Se ha observado a su vez la ruptura de la tradicional correlación existente entre la evolución del PIB y la morosidad, y sigue siendo un problema el escaso acceso a información financiera actualizada de las PYMES, con la correspondiente dificultad de evaluar su sanidad financiera, y dando lugar a la existencia de empresas que podemos definir ZOMBIS, cuya viabilidad es cuestionable. Se sigue observando medidas encaminadas a ayudar al colectivo empresarial, tales como las recogidas en la ley Crea y Crece, que pretenden facilitar una mayor transparencia de información, la incorporación generalizada de la factura electrónica, la creación de un observatorio estatal de morosidad privada, o las obligaciones de información acerca de períodos medios de pago a proveedores. Otro ejemplo es la modificación de la ley concursal que pretende agilizar y facilitar la anticipación de situaciones de deterioro empresarial sin solución y la solución de éstas.
Pero el contexto hasta ahora presentado, con todo lo que ello implica de convivencia en un entorno complejo económico y financiero con relevantes cambios normativos y la exigencia de una transformación digital del sector productivo español, no soluciona desde un punto de vista estructural la problemática del acceso a la financiación del sector productivo español que representan las PYMES.
España es un país de pequeñas y medianas empresas, con 3 millones de éstas, de las cuales más del 50 por ciento son autónomos. Este colectivo supone el 65% del producto interior bruto, el 75% del empleo, y de éstas más del 95% facturan menos de dos millones de euros. Existe una tasa de mortalidad elevada, que se manifiesta principalmente en aquellas empresas hasta 9 empleados, donde el 40% no llegan a sobrevivir más de 7 años.
Las PYMES siguen teniendo una dependencia fundamental en la financiación bancaria, y si bien el COVID permitió que más de 140.000 millones de euros fueran avaladas por el ICO, el acceso a financiación alternativa sigue siendo testimonial, destacando, por supuesto, el gran papel que desempeñan las Sociedades de Garantía Recíproca. Recomiendo la lectura de los informes de las Sociedades de Garantía Recíproca sobre la financiación de la PYME en España, donde recoge de una forma muy ejecutiva y clara la realidad estructural de las mismas.
Los problemas que las PYMES tiene principalmente para el acceso a financiación son las derivadas de lo hasta arriba explicado, la recurrente exigencia de garantías, el precio del crédito ajustado al riesgo, y, en definitiva, el escaso apetito al riesgo de las entidades financieras en entornos de incertidumbre, que implican en ocasiones una selección adversa al riesgo.
Y este contexto es en el que van a operar en los próximos meses. Esto debe ser visto como una oportunidad y necesidad de seguir apostando por iniciativas y soluciones estructurales para las pymes que las permita ser más transparentes, profesionales, competitivas. Digitalización, nuevas tecnologías, agilización de departamentos de operaciones, incorporación de las nuevas oportunidades que la inteligencia artificial da para los departamentos comerciales, a los departamentos de atención al cliente…Un mundo de oportunidades para poder generar empresas más competitivas, con mejores márgenes y, por tanto, mayor facilidad de acceso a la financiación.
Ahora las PYMES, más que nunca, tienen mecanismos y soluciones para cambiar sus modelos de negocio, generación de productos, posicionamiento en el mercado… los riesgos se convierten también en oportunidades.
En siguientes artículos iremos desarrollando todo este ecosistema tan apasionante que se nos presenta de transformación de las PYMES y facilitar su acceso a financiación
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