Inteligencia Artificial sí, pero no sin inteligencia humana

The Journal of Neurology, revista médica especializada, acaba de publicar un estudio que pone a prueba la capacidad de ChatGPT para ejercer la medicina. Los autores del trabajo compararon el desempeño de esta IA generativa frente a las recomendaciones de la sociedad médica en un caso muy concreto: el tratamiento de los abscesos cerebrales. El resultado ha puesto en evidencia las limitaciones de la IA en el ámbito sanitario: al solicitarle a una IA generativa tratamiento para abscesos cerebrales, varias de sus respuestas pondrían en riesgo la vida del paciente.

Este hecho sostiene un paralelismo inquietante con el sector jurídico. Así como en la medicina, donde un error puede ser fatal, en el ámbito legal un desliz en un contrato mercantil, un testamento o un contrato laboral puede tener consecuencias devastadoras. Por ello, la incorporación de la IA en el trabajo jurídico debe ser bienvenida, pero bajo una supervisión profesional estricta.

La IA generativa tiene el potencial de transformar radicalmente el sector jurídico. Tareas como la redacción de contratos, la revisión de documentos y la búsqueda de jurisprudencia pueden automatizarse, liberando a los abogados de cargas administrativas y permitiéndoles enfocarse en el trabajo analítico y estratégico.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas, es fundamental reconocer que la IA no es infalible. Un error en un documento legal puede llevar a disputas contractuales, pérdidas económicas significativas o problemas legales graves. Al igual que en el ámbito médico, donde un diagnóstico erróneo puede poner en riesgo la vida del paciente, en el sector jurídico, un error puede afectar gravemente los derechos y obligaciones de las partes implicadas.

Por ejemplo, un contrato mercantil mal redactado puede resultar en interpretaciones ambiguas que generen litigios costosos. Algo tan particular como un testamento con errores puede ser impugnado, lo que puede causar conflictos familiares y desvíos significativos en la distribución de bienes. Los contratos laborales incorrectos pueden dar lugar a demandas laborales y problemas de cumplimiento de normativas.

La IA generativa puede ser utilizada de manera segura en diversas áreas del derecho, siempre que exista una supervisión adecuada. No obstante, persisten desafíos significativos. La precisión y fiabilidad de la IA deben ser constantemente monitoreadas y mejoradas. Además, los sistemas de IA pueden perpetuar sesgos existentes en los datos de entrenamiento, lo que puede resultar en decisiones injustas. La seguridad y privacidad de los datos también son preocupaciones críticas, dado que los documentos legales a menudo contienen información confidencial.

Para integrar la IA de manera efectiva en el sector jurídico, es esencial que los profesionales reciban formación adecuada en su uso. Esto no solo mejora la competencia tecnológica de los abogados, sino que también asegura que la IA se utilice de manera que maximice sus beneficios y minimice los riesgos.

Además, es crucial manejar las expectativas sobre lo que la IA puede y no puede hacer. Un enfoque equilibrado evitará la creación de una burbuja de expectativas que podría estallar si la tecnología no cumple con las promesas exageradas.

La inteligencia artificial generativa tiene el potencial de ser una herramienta valiosa en el sector jurídico, mejorando la eficiencia y productividad. Sin embargo, su implementación debe ir acompañada de una estricta supervisión profesional. Al igual que en el ámbito médico, donde la vida de los pacientes está en juego, en el derecho, la precisión y la integridad de los documentos son fundamentales para la justicia y la equidad.

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