El hombre que subió una colina, pero bajó una montaña

Reflexiones para ayudar a los CEOs a empezar a implantar una estrategia Data&AI Driven de manera progresiva y sostenida y conseguir resultados prácticos, factibles y rentables.

En el año 1917 llegan dos militares retirados, cartógrafos de profesión, al pequeño pueblo de Fynnon a quienes el gobierno ha encargado elaborar un nuevo mapa del País de Gales. Los vecinos, gente sencilla, pero muy testaruda, están muy orgullosos de una colina cercana a la que llaman “la primera montaña de Gales”. Cuando, después de hacer las oportunas mediciones, les informa de que no es una montaña, sino una colina, todo el pueblo colaborará para corregir ese error de la naturaleza.

Al igual que la homónima película de Christopher Monger, el mundo empresarial es un silogismo de esta historia de ficción basada en una leyenda galesa. Cuando tengo la oportunidad de hablar a un comité de dirección sobre cómo empezar a subir la colina de los Datos para llegar a ser una empresa Data&AI Driven, me encuentro con reacciones diversas. Algunos sobredimensionan dicha misión, pronosticando grandes dificultades e inversiones que estarían por venir y que no justifican el esfuerzo. ¡Otros, sencillamente, minimizan la epopeya con el argumento de que ellos ya son una empresa Data Driven y que ya subieron esa montaña!

Por cierto, aprovecho para compartir mi visión de lo que significa ser una organización Data&AI Driven: “Es aquella que a partir del análisis de datos históricos y de datos contextuales, consigue Identificar patrones y tendencias que, bien interpretadas, configuran insights (basados en evidencias empíricas) que, entendiendo el presente permiten predecir el futuro y ayudan a mejorar el proceso de toma de decisiones.”

En la gran mayoría de los casos, en cambio, sigue siendo válido el título del artículo. Las montañas físicas y reales están allí, las puedes tocar y ver en un mapa. Pero los que hacemos montaña sabemos que la misma cima cambia mucho de verano a invierno, no es lo mismo subir al Aneto por la vía clásica que por el corredor Estásen y el Petit Black… Con la cima del Data&AI Driven pasa algo similar. Dependerá de la experiencia, del grado de madurez y de los recursos de cada empresa que la expedición sea un éxito, un fracaso o simplemente un intento de coronar.

Lo que es innegable tanto en la montaña de verdad como en la de Data&AI Driven, es que lo imprescindible es seguir una serie de pautas y métodos para progresar con paso firme, buscando la seguridad y minimizando los riesgos, pero con ritmo ágil y ligeros de equipaje. En las montañas, ambas dos, no se puede improvisar. ¡Nos jugamos nuestra supervivencia y la de todo el equipo de cordada!

Las montañas, y más cuantas más altas, siempre han atraído la admiración y el desafío de ser conquistadas. Desde los primeros alpinistas de principio del siglo XIX hasta las gestas de nuestro gran Kilian Jornet, la convicción de que las montañas están allí para ser conquistadas ha motivado al hombre a esta enorme aventura. Pero no nos engañemos, detrás de ese romanticismo hay mucha planificación, entrenamiento y metodología.

El trabajo empieza en casa antes de la ascensión, con los mapas de la zona, la previsión meteorológica, la previsión de aludes… En las empresas, de manera similar, los datos bien explotados con modelos de Machine Learning permiten a la dirección predecir con un alto nivel de acierto, lo que se espera en los diferentes indicadores del negocio y de su gestión. No huelga decir que la calidad de esas predicciones será directamente proporcional a la calidad de esos datos.

Cuando no se conoce la ruta, por ser la primera vez, o por la dificultad de la vía, lo más recomendable es contratar un guía alpino que conozca el terreno, que sepa cómo abordar los desafíos del camino y que nos transmita seguridad y ese conocimiento acumulado de muchas montañas olladas acompañando a muchos montañeros antes que nosotros. En el mundo de los datos y la inteligencia artificial se cumple el mismo precepto. ¿Cuántas veces nos hemos sentido desorientados o perdidos en el monte, delante de una pared de roca o habiendo aparecido la niebla, sin encontrar el camino?

La mala calidad de los datos igual que cuerdas de escalada no revisadas, modelos analíticos con sesgos que impactan en los valores éticos de nuestro cliente, arquitecturas tecnológicas poco evolucionadas que ralentizan la evolución del talento analítico y lo desmotivan, culturas ancladas en el “siempre se ha hecho así” que prefieren defender el status quo y el propio ego en vez de buscar la prosperidad colectiva, son riesgos que minan la estrategia Data&AI Driven.

Con todo el ruido mediático alrededor de la IA, no me extraña que los encargados de liderar un gran barco que significa una empresa no sepan muchas veces qué pasos dar… sin trazas del camino cubierto por la nieve, sin hitos de piedras construidos por otros antes que nosotros para mostrarnos dónde ir y como avanzar. Data, IA, ML, LLM, RAG, etc. son siglas que suenan sin sentido lejos de la realidad del día a día. En estos casos, como siempre, el equipo es de mucha utilidad. Tan importante es saber escoger con quién, cómo organizar bien los recursos disponibles, combinando la experiencia interna del negocio con técnicas avanzadas y modernas de las guías alpinas del Data&AI Driven.

En la vida empresarial, por suerte, no nos jugamos la vida de nadie, aunque sí que podemos influir de manera decidida a la supervivencia o prosperidad competitiva de un negocio entero. Los elementos de seguridad en la montaña, tanto activa como pasiva, se suelen asociar a la tecnología. Es verdad que ayudan a mitigar o minimizar los riesgos que siempre existen en cualquier actividad. Pero no es menos cierto que no sirven de nada si no se sabe cómo utilizar. La tecnología nunca es la solución per se. Y confiar solamente en sus proveedores tecnológicos es otro gran error… ¿Os imagináis a una expedición alpina que confía su éxito a la marca de sus esquís o de sus botas de montaña en lugar de hacerlo en un guía alpino experimentado?

El tiempo corre en nuestra contra a la hora de bajar la montaña de Data&AI Driven. Cada mes que pasa, perdemos la oportunidad de prepararnos y empezar a recoger los frutos de esta exitosa y rentable estrategia. Tenemos que ser valientes (y humildes a la vez) porque, aunque la globalización ha traído mayor competitividad y la digitalización la ha acelerado, el coste de oportunidad en el que incurrimos por no saber qué, cómo y para qué explotar nuestros propios datos, es demasiado alto. Como cuenta la película, la dificultad es mucho menor de lo que pensamos y las ventajas son muchas más de las que imaginamos. ¿¡Subimos!?

Sigue toda la información de Open Hub News en X y Linkedin , o en nuestra newsletter.
  

Autor