El gran problema histórico para los despachos de entre 25 y 100 abogados es que todas las soluciones de Gestión del Conocimiento eran muy caras de implementar. Realmente la tecnología asociada a estas soluciones no representaba un coste importante, pero sí los recursos humanos involucrados. Pensemos que un perfil de un “Professional Support Lawyer”, o PSL como se les conoce en el mundo anglosajón, se trata de un abogado con 15/20 años de experiencia que pasa de prestar servicios a clientes externos, a prestarlos para la firma. El trabajo de estos PSLs consiste principalmente en las labores de preparación de los mejores documentos desarrollados internamente, para su reutilización por parte del resto de los abogados de la firma.
La preparación de un documento para su reutilización interna pasa por una limpieza de los datos personales que puedan aparecer en su texto, la extracción de sus principales argumentos jurídicos en relación con el tipo de documento, la clasificación de su temática utilizando taxonomías legales y/o keywords y, si acaso, un pequeño resumen.
Gracias a esta preparación de dichos documentos, podremos en un futuro hacer búsquedas complejas para encontrar el conocimiento que nos permita arrancar un nuevo asunto con un 40, 50 o 60% de su entregable final ya realizado. Esto conlleva no solamente un gran ahorro de costes y horas de abogado, sino también una respuesta a nuestros clientes más rápida y eficiente, siendo además fiel a los estándares de nuestra firma.
A principios del año 2023, OpenAI respaldada por Microsoft, así como otras grandes compañías, desvelaron al gran público una tecnología en la que llevaban años trabajando y que genéricamente conocemos como Inteligencia Artificial Generativa. Realmente no se trata de una sola tecnología, sino de la suma de varios métodos que combinados, los llamamos “GenAI”.
Aprovechando esta tecnología de IA generativa, están apareciendo soluciones de Gestión del Conocimiento que, sin necesidad de personal especializado, aportan la capacidad de la básica de clasificación de dichos contenidos y sus mejores prácticas. Obviamente, todavía estamos en los comienzos de una Gestión del Conocimiento totalmente automatizada, pero sí que van a permitir lidiar con la limitación que se producía por el coste de un departamento de Gestión del Conocimiento completo.
Estas soluciones automatizan la captura, recopilación y clasificación del conocimiento de una empresa mediante procesos simples y optimizados. Los abogados activan el proceso de captura de conocimiento desde sus sistemas de gestión documental, para conseguir que los documentos, ya totalmente preparados, terminen en un buscador especializado donde se puedan aplicar de filtros con base en taxonomías legales.
Gracias estos avances de la IA Generativa, los despachos pequeños y medianos ahora pueden beneficiarse de un enfoque básico y estructurado de la gestión del conocimiento, una capacidad que hasta ahora se ha limitado a las firmas más grandes con recursos dedicados a la realización de todos estos procesos. Así pues, se capacita a los equipos legales más pequeños para que aprovechen su experiencia colectiva de manera eficiente y, al hacerlo, se ayuda así a nivelar el campo de juego para la adopción de la Gestión del Conocimiento y de la tecnología de IA generativa.
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