A pesar de que se mantiene en mínimos desde 2008, la morosidad de la banca va aumentando progresivamente y las entidades financieras españolas están acumulando provisiones ante el riesgo de deterioro del crédito.
La morosidad bancaria en España está en aumento, mostrando signos negativos a medida que avanza el año, con un incremento en febrero al 3,62%, la tasa más alta desde finales de 2022 y en contraste con el 3,54% de diciembre. A pesar de considerarse en “niveles bajos”, el Banco de España ha constatado que la morosidad ha crecido por dos meses consecutivos, dato que refleja un aumento de los préstamos impagados, teniendo en cuenta la reducción en el saldo total de créditos, tal y como informó La Razón.
Los bancos están aumentando las provisiones para hacer frente al riesgo de un mayor incremento de la morosidad esperado para este año, alcanzando un volumen de provisiones de 89.100 millones en febrero. Además, se observa un aumento significativo en las provisiones para créditos al consumo, alcanzando el nivel más alto desde agosto de 2021.
Según el Banco de España, los préstamos morosos en España aumentaron en febrero, alcanzando los 42.248 millones de euros, mientras que la cartera crediticia disminuyó a 1,166 billones, mil millones menos que en enero. La morosidad del crédito aumentó del 3,55% al 3,62% respecto a febrero de 2023, aunque el saldo de los préstamos dudosos disminuyó en casi 350 millones. Por otro lado, el total de crédito concedido se mantuvo estable en febrero, con 1,135 billones de euros, una ligera reducción respecto a enero.
Además, se observa un aumento en la morosidad en el crédito al consumo, con una ratio que pasó del 6,53% al 6,59% en febrero en los establecimientos financieros de crédito. Este incremento refleja una tendencia al alza que preocupa al sector financiero, ya que se considera un indicador adelantado de la morosidad general, indicando posibles impagos relevantes debido a las dificultades financieras de algunas familias. En el primer trimestre de 2024, la proporción de hogares que esperaban retrasos en los pagos de servicios públicos y alquileres aumentó un 20%, y alcanzó el incremento del 30% en el caso de pagos tardíos de las hipotecas. Los efectos de las subidas de los tipos de interés y la pérdida de poder adquisitivo por la inflación, entre otros factores, se están viendo reflejados en la capacidad de los hogares para hacer frente a estos costos.
Nueva estrategia: préstamos a personas físicas para financiar compras
En los últimos dos años, la morosidad en los establecimientos financieros de consumo ha alcanzado el 7%, pero las entidades han reducido los impagos mediante la venta de carteras de créditos dudosos. Sin embargo, ante la falta de demanda de crédito en hipotecas y empresas, los bancos están facilitando préstamos a individuos para financiar compras, lo que podría aumentar la morosidad, tal y como indica El Confidencial.
Este año se prevé un cambio significativo en el panorama crediticio y en la morosidad. Aunque las entidades financieras no anticipan un crecimiento drástico, esperan un aumento en la demanda de crédito en todos los sectores, lo que, según sus proyecciones, conllevará un incremento moderado en la mora.
Los establecimientos financieros de consumo (EFC), que suelen ser subsidiarias de bancos o asociaciones con grandes empresas, han aumentado sus reservas de provisiones, alcanzando su nivel más alto desde mayo (19.067 millones). A pesar de las advertencias de cautela por parte del Banco de España, que ha notado un cambio en el crédito, los bancos muestran resistencia. El supervisor ya ha señalado un repunte en el sector empresarial y una desaceleración en las reducciones de hipotecas, sugiriendo que esta cartera podría comenzar a aumentar pronto.
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