Desde su creación en 2018, la sociedad participada por las dos entidades acumula pérdidas superiores a los 4.100 millones de euros.
Banco Santander ha estado preparando la venta de su 49% de participación en la cartera Quasar a Blackstone, quien ya posee el 51% restante, según informa El Confidencial. Se trata de una filial que crearon estas dos entidades para gestionar 30.000 millones de euros en activos problemáticos del Banco Popular, incluyendo inmuebles adjudicados y créditos fallidos.
En el último mes, Banco Santander ha tomado dos decisiones importantes: ha reducido a cero el valor contable de su participación en la cartera Quasar, anteriormente valorada en 150 millones de euros, y ha vendido su 15% restante en Aktua, el antiguo servicer de Banesto, a Intrum. Además, en el último año, ha vendido su 15% de la antigua Altamira a DoValue y ha optado por no vender Diglo, su servicer de propiedad total. Estos movimientos indican una estrategia de reorganización y consolidación de sus intereses en el mercado de gestión de activos problemáticos, según señala El Confidencial.
La venta de la participación del 49% de Banco Santander en Quasar a Blackstone depende de la valoración de los créditos fiscales de la sociedad. Las bases imponibles negativas de Quasar, que superan los 2.000 millones de euros, representan un atractivo beneficio fiscal a futuro. Esta valoración es la última pieza clave para completar la transacción.
Cinco años consecutivos de números rojos
Desde su creación hace seis años, Proyecto Quasar ha acumulado pérdidas de 4.100 millones de euros, incluyendo 448,5 millones de euros en 2023. Aunque la sociedad debería estar en causa de disolución debido a un patrimonio neto negativo, los cambios legales post-pandemia y post-invasión de Ucrania permiten no considerar las pérdidas de 2020 y 2021, resultando en unos fondos propios positivos de 966 millones de euros hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, a partir de esa fecha, deberán incluirse todas las pérdidas.
Actualmente, el patrimonio neto es negativo en 365 millones de euros. En 2023, su cifra de negocio fue de 568 millones de euros, y mantiene en balance activos deteriorados por 3.900 millones de euros tras una reducción del 19% en su perímetro durante el último año.
Santander ha reestructurado su presencia en el mercado de gestión de activos problemáticos, vendiendo sus participaciones minoritarias en diversas sociedades para enfocarse en fortalecer su propia filial. La decisión pendiente de vender su participación minoritaria en Quasar representa el último paso necesario para completar esta estrategia de reorganización.
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