El informe 2025 de Prime Yield analiza las claves económicas y descifra que el mercado ibérico de préstamos dudosos (NPL) se consolida y entra en una etapa de madurez diferenciada.

Prime Yield acaba de publicar la edición 2025 de “Investing in NPL in Iberia”, un informe de referencia que ofrece una actualización exhaustiva sobre la dinámica de las transacciones de carteras de préstamos dudosos (NPL, por sus siglas en inglés) en el mercado ibérico, con previsiones de actividad para Portugal y España. El estudio también analiza los datos más recientes sobre volúmenes y ratios de NPL en ambos países, así como los principales indicadores económicos y del mercado residencial. Además, incluye un contexto europeo más amplio, ofreciendo una visión comparativa y en profundidad del sector.
Las conclusiones apuntan a un año a dos velocidades: mientras Portugal vuelve a niveles de actividad normales, España se mantiene muy por debajo de la media de los últimos años. Pero empecemos por el principio.
En cuanto al desempeño económico, Portugal y España siguen superando la media europea en crecimiento, aunque la expansión se modere. Se prevé que el PIB de Portugal crezca un 1,6%, y el de España un 2,6%, frente al 1,2% de la Unión Europea en su conjunto. Estas cifras demuestran que la Península Ibérica mantiene su dinamismo económico pese a las incertidumbres globales y las presiones inflacionarias.
Esta resiliencia se refleja especialmente en el mercado inmobiliario. Ambos países registran fuertes incrementos interanuales en las ventas y precios de viviendas, acompañados de un notable aumento del crédito hipotecario, que ha crecido entre un 30% y un 40%. El mercado se mantiene sólido, impulsado por una demanda diversa que abarca desde compradores nacionales hasta inmigrantes e inversores extranjeros, lo que subraya la continua atractividad del sector residencial ibérico.
Mientras tanto, la calidad del crédito muestra una clara mejora. En toda Europa, los préstamos dudosos (NPL) vuelven a descender, revirtiendo parcialmente la tendencia al alza de los dos últimos años. Portugal y España destacan en este proceso de desapalancamiento: en Portugal, los NPL ascienden actualmente a 4.300 millones de euros, y en España han caído a 70.400 millones de euros, ambos en niveles históricamente bajos. Los ratios de NPL —2,1% en Portugal y 2,6% en España— se mantienen ligeramente por encima de la media europea, pero reflejan una clara tendencia de consolidación.
En la última década, ambos países han logrado un progreso notable en la reducción de los NPL. España ha pasado de 160.000 millones a 70.000 millones de euros, mientras que Portugal ha logrado una reducción diez veces mayor, de 40.000 millones a 4.000 millones de euros. Estos resultados se deben principalmente al endurecimiento de los criterios de concesión de crédito tras la crisis financiera y a la venta intensiva de carteras de NPL, que han estabilizado el sistema bancario y reducido el riesgo sistémico.
Ambos mercados se consideran ahora maduros en términos de transacciones de NPL, y sus sistemas financieros han experimentado un importante proceso de desapalancamiento. Como resultado, la actividad en este tipo de activos se ha estabilizado de forma natural muy por debajo de los picos históricos.
A nivel ibérico, el mercado entra así en una nueva fase, marcada por ritmos diferentes en cada país: mientras España muestra una clara desaceleración, Portugal avanza hacia la normalización. Durante los nueve primeros meses de 2025, Prime Yield registró aproximadamente 1.200 millones de euros en carteras transaccionadas en España y 1.400 millones en Portugal. En el caso español, esta cifra está muy por debajo de los 22.000 millones registrados en 2024, y aunque se cierren algunas operaciones adicionales en el último trimestre, es poco probable que el mercado alcance su media anual de los últimos cinco años.
En Portugal, sin embargo, el volumen registrado hasta septiembre apunta a una estabilización del mercado respecto a 2024, un año marcado por una transacción sin precedentes de 4.200 millones de euros. Excluyendo esa operación excepcional, la actividad de 2024 habría sido de unos 1.100 millones, similar a los niveles actuales.
Esto indica una mayor madurez del mercado y una creciente selectividad de los inversores, con una demanda sostenida de activos de alta rentabilidad pero bajo riesgo.
De cara al futuro, Portugal y España siguen siendo mercados atractivos para inversores especializados, aunque la naturaleza de la inversión está evolucionando. Se prevé que la demanda se centre en activos de alta calidad y riesgo moderado, mientras que el crecimiento económico y la estabilidad financiera refuerzan la confianza a largo plazo. En resumen, la Península Ibérica demuestra que es posible combinar crecimiento económico, resiliencia financiera y un sector inmobiliario dinámico, siempre que el mercado siga evolucionando de manera prudente y estructural.
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