La banca española ha congelado, de momento, el banco malo de pymes debido a diferencias internas y dudas legales y contables.
Santander, BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell han suspendido temporalmente su proyecto conjunto de crear un banco malo para las pymes debido a desacuerdos internos y la falta de un aumento significativo en la morosidad, que era la razón inicial para iniciar el proyecto, según informa El Confidencial.
Aún no han tomado una decisión final y están programando una reunión con DoValue, la empresa que lideraba el proyecto, para discutir su futuro,con el asesoramiento de PwC y Deloitte. Algunos bancos quieren abandonar el proyecto, mientras que otros prefieren continuar para estar preparados si la morosidad aumenta.
El plan inicial era seguir el modelo italiano, de donde procede DoValue, propietaria de la antigua Altamira (inmobiliaria del Santander). El servicer creó allí el fondo Efesto, que gestiona exposición de morosa de pymes en las que participan varios bancos. En total, tiene bajo su radar posiciones valoradas en casi 500 millones de euros.
Supervisores
La cuestión principal del proyecto es que el Banco Central Europeo y el Banco de España, los supervisores, permitan que las instituciones financieras involucradas puedan eliminar los créditos transferidos al nuevo fondo. En Italia, se ha establecido un límite del 35% como la máxima participación que un banco puede tener en el vehículo. Si se mantiene por debajo de ese límite, se les permite retirar los créditos débiles de sus balances. Aunque el supervisor español aún no ha tomado una posición definitiva, parece probable que siga el ejemplo de las regulaciones italianas.
Este beneficio contable es una de las principales motivaciones para que Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell se involucren en el proyecto, ya que les ayudaría a reducir morosidad y provisiones. Este proyecto también permitiría evitar el bloqueo en el que caen este tipo de empresas durante años.
Durante los últimos meses, estas cuatro instituciones financieras y DoValue han estado evaluando los aspectos positivos y negativos de este plan a través de proyectos piloto y clientes reales. Una de las líneas de trabajo fue la de unificar la información de clientes a través de blockchain. A pesar de las divergencias de opinión, esto no representa un abandono definitivo del proyecto.
Las entidades financieras con dudas podrían reconsiderar su participación en el proyecto tan pronto como vean ventajas contables o enfrenten una presión significativa debido al aumento de la morosidad. Además, existe la posibilidad de que otros bancos se unan al proyecto en el futuro, y en ese caso, DoValue estaría bien posicionada para liderarlo debido a su experiencia acumulada en los últimos meses.
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