El impacto de los impagos amenaza a 10 millones de compañías y 40 millones de empleos

Los datos extraídos del European Payment Report 2025, elaborado por Intrum —empresa líder europea en gestión de crédito—, muestran un panorama complejo para las empresas del continente. A pesar de que el 72% de los negocios europeos logró cumplir o superar sus previsiones de ventas y facturación durante el último año, casi una de cada cuatro compañías (23%) teme verse obligada a cerrar en los próximos dos años si las condiciones económicas no mejoran. Este riesgo podría afectar a 10 millones de empresas y poner en peligro alrededor de 40 millones de puestos de trabajo en toda Europa.
El informe, basado en encuestas a más de 9.000 ejecutivos de 25 países europeos, señala que las pequeñas y medianas empresas (pymes) son las más vulnerables. El principal motivo: los retrasos en los pagos por parte de sus clientes. De media, las empresas europeas reciben con retraso un 11% de sus ingresos, afectando gravemente a su liquidez y capacidad de inversión.
Los impagos se consolidan como una amenaza estructural para las pymes
El retraso en los pagos no solo afecta la tesorería de las empresas, sino que limita su capacidad de crecimiento y supervivencia. El informe de Intrum destaca que el 56% de las compañías reconoce haber aceptado condiciones de pago desfavorables con tal de no poner en riesgo sus relaciones comerciales. Esta situación ha llevado a que el 48% de los ejecutivos europeos estén implementando políticas de cobro más estrictas.
Las pymes, al operar con márgenes más ajustados y menor acceso a financiamiento, son las más afectadas por esta problemática. Los sectores más perjudicados se concentran en países con inflación elevada y volatilidad económica persistente, como Hungría y Croacia.
La tecnología y la IA se posicionan como aliadas en la gestión de cobros
Frente a este escenario, las empresas están acelerando la adopción de tecnología, en particular de soluciones basadas en inteligencia artificial (IA), para mejorar la gestión de pagos y reducir los impagos. Según Intrum, el 59% de las empresas ya utiliza IA en sus procesos de cobro y un 91% está abierto a hacerlo en el corto plazo.
Entre los principales beneficios de la IA destacan la eficiencia operativa, la reducción de errores y la mejora en la comunicación con los clientes. Además, herramientas como el análisis predictivo o los recordatorios automatizados permiten a las empresas anticiparse a posibles retrasos y actuar con mayor rapidez.
En definitiva, las empresas europeas siguen apostando por el crecimiento, pero saben que su futuro inmediato depende de adaptarse rápidamente a un entorno económico volátil, de mejorar la gestión de sus cobros y de aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología.
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