Según Juan Ayuso, director general del Banco de España, el euro digital no supondrá un coste para el ciudadano y sus comisiones para comerciantes serán inferiores a las actuales, al asumir parte del gasto el Eurosistema.

El Banco de España ha asegurado este martes que el futuro euro digital será una alternativa más económica que los medios de pago actuales, especialmente para los comerciantes. Así lo ha manifestado Juan Ayuso, director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del organismo, durante su intervención en el 20º Encuentro del Sector Bancario del IESE.
Ayuso ha subrayado que el sistema de comisiones del euro digital será inferior al de las tarjetas bancarias, ya que una parte de los costes será asumida directamente por el Eurosistema. “A diferencia de las tarjetas, gestionadas por entidades privadas con ánimo de lucro, el euro digital contará con una estructura de costes sostenida en parte por el sector público”, ha explicado.
Asimismo, ha destacado que el ciudadano no pagará por utilizar esta nueva forma de dinero: servicios básicos como la carga, descarga y uso serán completamente gratuitos. Esto lo diferenciaría claramente de las tarjetas bancarias, donde las entidades pueden aplicar comisiones por diversos servicios.
Competencia, riesgos y una cuestión estratégica
Ayuso ha advertido de que el mercado de pagos minoristas en la zona euro, que mueve alrededor de 15.000 millones de euros anuales, está cada vez más concentrado en pocas manos, muchas de ellas extranjeras. Empresas tecnológicas como Google Pay, Apple Pay o los grandes esquemas de tarjetas como Visa y Mastercard acaparan buena parte de este negocio, lo que plantea “implicaciones para la competencia” y encarece los servicios para los comercios, que ven cómo “una parte mayor del pastel” se va en comisiones.
A este panorama se suma el auge de las ‘stablecoins’, los criptoactivos y las tecnofinanzas, que están alterando el equilibrio entre dinero público y privado. “Ese equilibrio se está rompiendo a pasos acelerados”, ha advertido, y el euro digital pretende frenar esa deriva y restaurar una base sana para el ecosistema de pagos.
Ayuso también ha señalado que el diseño del euro digital contempla precauciones clave: no estará remunerado y tendrá límites de tenencia para evitar impactos sobre los depósitos bancarios tradicionales. Además, su distribución quedará en manos de entidades financieras supervisadas, como ocurre hoy con el efectivo, y no a través de redes descentralizadas como el bitcoin.
En palabras del representante del Banco de España, el euro digital es “una decisión estratégica” para asegurar un sistema de pagos eficiente, competitivo y soberano en el entorno europeo.
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