El superávit de la cuenta corriente alcanza el 2,5% del PIB, impulsado por el turismo, mientras que la inversión extranjera repunta con fuerza.
La economía española consolida su posición exterior positiva. Según el informe publicado por el Banco de España, la capacidad de financiación del país se situó en marzo de 2025 en el 3,7% del PIB, una cifra históricamente elevada y similar a la registrada un año antes. Este dato supone 59.500 millones de euros acumulados en doce meses, y continúa una tendencia sostenida que supera en un punto porcentual la media del periodo anterior a la pandemia (2014-2019).
El informe, correspondiente al avance mensual de la balanza de pagos, destaca que el superávit de la cuenta corriente alcanzó el 2,5% del PIB, mientras que el saldo de la cuenta de capital se situó en el 1,1%. El turismo volvió a ser el motor del saldo exterior, compensando con creces el deterioro en el comercio de bienes y servicios no turísticos.
El turismo bate récords y contrarresta el déficit en otros sectores
Los ingresos por turismo continúan en máximos históricos. Hasta marzo de este año, el superávit turístico se situó en el 4,3% del PIB, frente al 4,1% del mismo periodo en 2024. En cifras absolutas, los ingresos por esta partida ascendieron a 99.700 millones de euros, lo que supone un 6,2% del PIB, gracias al dinamismo del sector durante los últimos doce meses.
En contraste, el saldo de bienes y servicios no turísticos mostró un déficit del -0,4% del PIB, en un contexto de crecimiento sostenido tanto de exportaciones como de importaciones, aunque con un mayor peso de estas últimas. El saldo de rentas, por su parte, se mantuvo negativo en un -1,3% del PIB, sin variaciones respecto al año anterior.
En términos mensuales, la capacidad de financiación en marzo fue de 2.300 millones de euros, una cifra menor a los 5.900 millones registrados en marzo de 2024, debido principalmente al peor comportamiento del comercio no turístico.
Fuerte impulso de la inversión extranjera y recuperación de los mercados financieros
Uno de los datos más positivos del informe es el repunte de la cuenta financiera, excluyendo el Banco de España, que pasó del 2,4% al 5,3% del PIB en doce meses. Esta mejora se explica en gran medida por la inversión de cartera, que revirtió un saldo negativo del -3,3% en marzo de 2024 a un superávit del 1% en 2025. La inversión directa también mostró un notable dinamismo, pasando de un déficit del -0,4% al 1,4% del PIB.
Por sectores institucionales, las otras instituciones financieras monetarias y los sectores residentes no financieros fueron los principales contribuyentes al saldo positivo de la cuenta financiera. En cambio, el Banco de España presentó un saldo negativo del -1% del PIB, frente al superávit del 2% del año anterior, y las Administraciones Públicas registraron un déficit mayor, del -4,3%.
El informe confirma así la fortaleza del sector exterior español, apoyado en la recuperación del turismo, el atractivo para la inversión extranjera y una posición de financiación neta que, pese a ciertos desequilibrios internos, mantiene al país como acreedor frente al resto del mundo.
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