La Corte Internacional de Arbitraje de la CCI reconoce parcialmente las reclamaciones del fondo estadounidense, cerrando uno de los litigios más relevantes en el sector financiero español de los últimos años.

El prolongado arbitraje entre CaixaBank y el fondo estadounidense Lone Star por su alianza en Coral Homes ha llegado a su fin, con 167 millones de euros en disputa y un fallo que, según fuentes próximas al proceso, adopta un criterio “salomónico”. El laudo, emitido por la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), reconoce parcialmente las pretensiones del inversor, aunque las partes mantienen la confidencialidad sobre su contenido.
CaixaBank sostiene que la compensación no tendrá un impacto material en sus cuentas, al haber provisionado parte del riesgo en el primer semestre de 2025. Coral Homes identificó inicialmente activos con incidencias valorados en 453 millones, de los que una parte fue retirada del balance al no cumplir los requisitos de comercialización.
Un conflicto nacido en la gran desinversión de 2018
El origen del litigio se remonta a junio de 2018, cuando CaixaBank vendió a Lone Star una amplia cartera de activos adjudicados —procedentes de ejecuciones hipotecarias y créditos fallidos— y el 100% de Servihabitat, por más de 7.000 millones de euros. La operación, una de las mayores desinversiones de activos problemáticos tras la crisis, se articuló a través de Coral Homes, participada en un 20% por CaixaBank y en un 80% por el fondo.
El contrato incluía cláusulas de manifestaciones y garantías sobre el estado legal y registral de los activos. Sin embargo, en 2020, Lone Star activó el arbitraje alegando el hallazgo de inmuebles con problemas que impedían su venta o aprovechamiento, como suelos sin registrar, viviendas con ocupantes o incidencias urbanísticas.
A cierre de 2024, la reclamación formal ascendía a 166,7 millones de euros. CaixaBank defendió que los activos se entregaron conforme a lo pactado y que cualquier problema posterior quedaba fuera de su responsabilidad, mientras Lone Star insistió en que se incumplieron garantías esenciales.
Con el laudo ya emitido, CaixaBank cierra uno de los últimos frentes judiciales de su estrategia de desinversión inmobiliaria. Para el banco, supone pasar página y concentrarse en mejorar rentabilidad y eficiencia operativa. Lone Star, por su parte, podrá reorientar su presencia en el mercado español tras años de incertidumbre.
Más allá del caso, el arbitraje refleja la creciente relevancia de las cortes internacionales para resolver disputas complejas en el sector financiero, evitando litigios prolongados y reforzando la seguridad jurídica de grandes operaciones.
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