El agujero financiero de First Brands sacude el mercado de deuda corporativa

Un acreedor denuncia que 2.300 millones de dólares “simplemente desaparecieron” de las cuentas del fabricante estadounidense de autopartes First Brands, que se declaró en quiebra el mes pasado.

La crisis de First Brands Group, uno de los mayores proveedores de piezas de automoción en Estados Unidos, ha pasado de ser un caso de contabilidad irregular a convertirse en un escándalo financiero con posibles ramificaciones globales. Según informó Reuters, la empresa de financiación comercial Raistone, acreedor del grupo, solicitó al Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Texas el nombramiento de un examinador independiente tras detectar la desaparición de hasta 2.300 millones de dólares de los registros contables.

La compañía, que se había expandido mediante adquisiciones financiadas con deuda, acumulaba pasivos por 11.600 millones de dólares cuando solicitó protección por bancarrota bajo el Capítulo 11. Los documentos judiciales apuntan a un vacío en el balance relacionado con operaciones de factoring, un mecanismo mediante el cual las empresas venden sus facturas pendientes a inversores a cambio de liquidez inmediata.

Crece la preocupación entre los acreedores

La solicitud de Raistone pone en entredicho la capacidad de la propia empresa para investigar su contabilidad interna. Aunque First Brands creó un comité especial de directores independientes para revisar sus operaciones off balance sheet, los acreedores dudan de que el proceso sea “riguroso y exhaustivo”.

El colapso del grupo, con sede en Ohio, ha generado inquietud entre los inversores de deuda y ha encendido las alarmas en el sector del crédito privado, uno de los motores del financiamiento corporativo en los últimos años. Firmas como Jefferies y UBS ya han reconocido exposiciones significativas, 715 millones y más de 500 millones de dólares, respectivamente relacionadas con First Brands.

El caso se perfila como uno de los mayores escándalos contables del año y podría marcar un punto de inflexión en la confianza hacia las estructuras de financiación no bancaria. Mientras tanto, los acreedores presionan para que un investigador externo determine si los miles de millones desaparecidos fueron el resultado de fraude, negligencia o una red más compleja de operaciones fuera de balance.

Sigue toda la información de Open Hub News en X y Linkedin , o en nuestra newsletter.

Autor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *