Un tribunal inglés determina que Cerberus deberá abonar 358 millones de euros, más 48 millones en intereses, por una controvertida operación de activos inmobiliarios tóxicos en 2019.
El fondo estadounidense Cerberus Capital Management ha sido condenado por el Tribunal Superior de Londres a pagar 358 millones de euros al Banco Sabadell, más 47,4 millones en concepto de intereses y las costas del juicio, por la venta de una cartera de activos tóxicos. Esta operación, valorada en más de 6.000 millones de euros, se cerró en 2019 como parte de un acuerdo entre ambas entidades, informa EFE. La resolución judicial, conocida este miércoles, reconoce el derecho de Sabadell a recibir esta compensación tras un litigio que se desarrolló a principios de este año.
Conflicto entre entidades
El conflicto tiene su origen en la venta de carteras de activos tóxicos que Banco Sabadell llevó a cabo tras la crisis de 2008. En 2018, la entidad puso en puja tres carteras inmobiliarias -Challenger, Coliseum y Rex- con un valor bruto de 6.414 millones de euros, que fueron adjudicadas a Cerberus en 2019 por unos 3.500 millones. Como parte del acuerdo, se aplazó el pago del 21% del importe, equivalente a 600 millones de euros, debido a que algunos inmuebles carecían de registro al estar en procesos legales de reposesión o subasta.
Sabadell regularizó los registros de los activos en los plazos acordados, pero surgió un desacuerdo cuando Cerberus se negó a abonar unos 365 millones asociados a Challenger y Rex, alegando que no se habían registrado todos los inmuebles. Ante esta negativa, Sabadell demandó al fondo en enero de 2023 en el Tribunal Superior de Londres, donde, tras un juicio celebrado este mes noviembre, la justicia ha fallado a favor del banco, condenando a Cerberus al pago total pendiente más intereses y costas.
Momento clave
El fallo judicial llega en un momento clave para Banco Sabadell, inmerso en la OPA hostil de BBVA, y tendrá un impacto positivo en su balance financiero. La sentencia permitirá al banco reducir su volumen de créditos dudosos (NPLs), disminuir provisiones y aumentar las coberturas, lo que mejorará tanto la calidad de sus activos como su perfil de riesgo. Estos efectos se reflejarán en los resultados del cuarto trimestre de 2024, fortaleciendo la posición del banco y respaldando su argumento de que su valor como entidad independiente supera la oferta del banco vasco. Además, la mejora en su balance dará margen adicional para repartir dividendos, previstos en 2.900 millones de euros en los próximos dos años.
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