Recientemente, J. P. Morgan estrenó el informe “PAYMENTS are eating THE WORLD”, en el cual, a través del esquema POWER+, se esbozan cinco megatemas que están configurando el futuro de los pagos. Estos megatemas representan alrededor de 54 billones de dólares en flujos de pagos globales, y solo seguirán creciendo.
Este informe subraya que el mundo de los pagos está viviendo una transformación revolucionaria, redefiniendo cómo interactuamos con el dinero, las transacciones y la tecnología. La rápida digitalización en todo el mundo está transformando todos los aspectos de nuestras vidas, y los pagos son el elemento más crucial. Desde los mercados en línea y los vídeos en streaming hasta las transferencias transfronterizas de dinero, casi todas las actividades digitales dependen de un sistema de pago.
Revolución de medios de pago
En 2010, la forma más rápida de mover dinero en el mismo día de Nueva York a Londres era coger un vuelo del aeropuerto JFK a Heathrow y entregarlo uno mismo. Ahora puede iniciar un pago seguro y en tiempo real que se envía y recibe en su en segundos, prácticamente sin coste y en cualquier divisa. No solo de Nueva York a Londres, sino de Nueva York a cualquier parte, incluido el espacio.
La última década para los pagos ha sido extraordinaria. Sin embargo, los pagos están en la cúspide de una revolución aún mayor. En la próxima década, los pagos seguirán conectando personas, dispositivos, hogares, coches y avatares que abarcan mundos físicos, digitales y virtuales. Y somos testigos del desarrollo de estos avances que convergen para hacer inevitable esta revolución de los pagos.
Potencial ilimitado
El informe de J. P. Morgan destaca factores claves que marcan el futuro del sector. Entre estos, está la conectividad global. En 2026, el 91% de la población mundial tendrá un smartphone. Esto impulsa un ecosistema donde los pagos son instantáneos, seguros y prácticamente sin fronteras.
También se señala el auge de las FinTech. Entre 2010 y 2020, las inversiones en FinTech superaron $1.5 billones. Hoy, los servicios financieros digitales podrían agregar $3.7 billones al PIB global para 2025. Y, por otro lado, habla de la rápida innovación tecnológica: la inteligencia artificial, el blockchain y el 5G transformarán radicalmente el ecosistema de pagos en los próximos años, impulsando soluciones más rápidas, seguras y adaptadas a las necesidades del usuario.
Además, enumera 5 megatendencias que lideran la disrupción:
- Plataformas como hubs de servicios: Las plataformas digitales se consolidan como centros integrales que combinan servicios financieros y soluciones de estilo de vida, facilitando experiencias conectadas y personalizadas.
- Consumo online en evolución: El auge del e-commerce y las soluciones de identidad digital están transformando la manera en que compramos y nos relacionamos con las marcas.
- Billeteras digitales en ascenso: Las wallets digitales están marcando el camino hacia una economía sin efectivo, reemplazando gradualmente el dinero tradicional.
- Pagos invisibles y sin fricción: Las soluciones de pagos integrados, también conocidas como embedded payments, hacen posible transacciones automáticas y fluidas en dispositivos cotidianos, como los automóviles.
- Transferencias en tiempo real: Las transferencias instantáneas están revolucionando la conectividad entre personas y empresas, garantizando velocidad y eficiencia en cada transacción.
“No es de extrañar que los pagos sean un negocio abierto a grandes disrupciones por parte de las empresas fintech. Los sistemas de pago tradicionales se construyeron hace mucho tiempo y las expectativas de los clientes han evolucionado rápida y drásticamente junto con los avances tecnológicos que hemos experimentado en nuestra vida personal”, explica Jamie Dimon, Chairman and Chief Executive Officer, JPMorgan Chase & Co.
Para acceder al informe completo, accede al siguiente enlace.
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