Vanessa M. Rodríguez (Zolva): “Los acreedores tenemos que cambiar nuestra postura, dejar de ser pasivos, ser proactivos para cambiar la tendencia”

En el marco de la décima edición del Congreso Nacional de Recuperación Judicial, organizado por CMS Group, en colaboración académica con FIDEOpen Hub News entrevistó a Vanessa M. Rodríguez de los Reyes, Head of Legal en Zolva, Platinum Sponsor del evento. La experta recoge en su trayectoria profesional algunas de las empresas más referentes del sector: se encuentran Cabot Financial Spain, GCBE Advanced Solutions (entonces Gescobro Collection Services), Axactor Spain y EOS Spain. De esta forma, Vanessa M. Rodríguez ha constituido una sólida experiencia profesional que la posiciona como una de las figuras clave para esta industria.

En el marco del evento, la Head of Legal de Zolva participó en una mesa de debate titulada “#Texto Refundido Ley Concursal | Concurso sin masa, EPIs: Retos y estrategia”, junto a profesionales del ámbito legal. Durante la conversación, se señalaron los obstáculos que enfrentan los acreedores de menor tamaño para comprender y enfrentar los concursos sin masa, así como el impacto macroeconómico que puede resultar de una legislación que no se implementa adecuadamente.

En la entrevista realizada por este medio, Vanessa M. Rodríguez habla sobre las novedades entorno a la Ley de Eficiencia Procesal y el Texto Refundido de la Ley Concursal; la gestión de los concursos de persona física y su incremento; así como el nuevo régimen de la segunda oportunidad.

¿Cuál es su perspectiva sobre las novedades legislativas en torno a la Ley de Eficiencia Procesal y el Texto Refundido de la Ley Concursal? ¿Cómo están influyendo estas regulaciones en la práctica diaria de los profesionales del sector?

En lo que nos está impactando principalmente es en la digitalización, en la mejora de sistemas, que hagan más ágiles los procedimientos y, sobre todo, en medidas alternativas de resolución de conflictos que no sean por la vía judicial.

En este sentido, lo que más impacta a los profesionales en general es la adaptación en el conocimiento de esas nuevas medidas y, sobre todo, en utilizar esos medios alternativos. Hablamos de medios como es la conciliación previa, como son los planes de reestructuración, los acuerdos extrajudiciales, etcétera. Entonces, creo que el mayor impacto es la adaptación de los profesionales a todas estas novedades y para ello es necesaria, sin duda, la formación continuada.

El Congreso Nacional de Recuperación Judicial celebra su 10ª edición y durante los últimos 10 años hemos crecido con vosotros de la mano. ¿Qué os aporta el evento de CMS y cuáles son vuestras expectativas para la edición de este año?

Yo creo que este tipo de eventos del CMS son muy interesantes y muy importantes, sobre todo para compartir entre los profesionales del sector cómo están siendo nuestras experiencias, sobre todo cuando hay novedades tan constantes, cómo lo estamos viviendo cada uno de nosotros y sobre todo, cómo estamos actuando.

Nuestro personal nos permite intercambiar opinión, intercambiar experiencias e intercambiar opciones que a lo mejor por sí solos nosotros mismos no tenemos en cuenta, sino es precisamente compartiendo este tipo de de experiencias en este tipo de eventos. ¿Qué expectativas buscamos con esta edición? Pues sobre la materia que hemos tratado en el panel, es principalmente lanzar un mensaje claro a los acreedores: los acreedores tenemos que cambiar nuestra postura, en el sentido de actuar, dejar de ser pasivos, ser proactivos para cambiar la tendencia, tanto desde la posición acreedora como desde la posición deudora para evitar que se utilice el mecanismo de forma errónea o de una forma que no se debe utilizar. Y cambiar la tendencia también desde los órganos jurisdiccionales que ya empiezan.

Entonces, si lanzamos en este tipo de eventos este tipo de mensajes, hacemos llegar que hay opciones, que el acreedor no debe quedarse parado, sino que tiene que actuar y que esto puede conseguir tener un resultado. 

“Lo que más impacta a los profesionales en general es la adaptación en el conocimiento de esas nuevas medidas y, sobre todo, en utilizar esos medios alternativos”

En relación con los concursos de persona física y la segunda oportunidad, y el incremento que se está produciendo. ¿Cómo está impactando en la gestión?

El impacto es muy elevado. Es muy importante en el sentido de que, bueno, hay un incremento en el volumen de concursos sin masa y exoneraciones de deudas que los acreedores nos vamos encontrando sin capacidad de control y sin capacidad de gestión. Para esto hemos tenido que formar equipos especializados, que además tengan unos criterios clave y específicos que permitan identificar en qué concursos sin masa merece la pena, compensa y renta el personarse o no, asumiendo ese coste de letrado y procurador. Identificar también cuáles son las casuísticas, cuáles son los perfiles de deudores que nos están llegando y en qué casos tenemos que actuar, porque ahí hay casos que lógicamente acceden a la exoneración siendo merecedores de la exoneración, pero hay otros casos que no, y esos casos son los que se tienen que atacar. Entonces sí que nos está impactando mucho en tener que especializar a los equipos, determinar criterios y defender el crédito y la posición acreedora.

Hace poco escribiste un artículo precisamente sobre esta materia que lo titulaste como “Concurso Sin Masa y EPI. ¿Éxito, Fracaso u “Oportunidad”? ¿Cuál es la respuesta por tu parte? ¿Qué puntos consideras que son críticos en el análisis y la gestión con el nuevo régimen de la segunda oportunidad? 

La respuesta yo creo que son las tres. Yo creo que es un éxito, es un fracaso y es una oportunidad. Es un éxito en el sentido de que es un mecanismo que a diferencia de otros que han existido anteriormente, se está utilizando y si se está utilizando es porque se conoce, entonces ya eso supone un éxito. Es un éxito también porque da la oportunidad a la exoneración de las deudas cuando realmente los líderes son merecedores de deudores, como empresarios, por ejemplo, que han fracasado en su proyecto empresarial y que necesitan esa segunda oportunidad para volver a emprender y que es importante que puedan volver a emprender.

Ahora bien, es un fracaso porque hay una serie de lagunas que dejan desprotegida a una de las partes. Las partes son la parte deudora y la parte acreedora. La parte acreedora no puede quedar desprotegida y sí que es verdad que se ha establecido un trámite donde el acreedor en teoría puede defender su crédito, pero la realidad en la práctica es que le resulta especialmente complejo. Y esto es lo que tenemos que trabajar precisamente en ese sentido, pues es un fracaso porque deja desprotegido al acreedor en determinados casos. 

Y, por otro lado, es una oportunidad, entre comillas y sin comillas. Es una oportunidad para aquellos deudores que son merecedores de la segunda oportunidad para poder volver a emprender, para poder tener esa segunda oportunidad. Pero es una oportunidad entrecomillada en el sentido de que también esas lagunas están permitiendo coladeros, supuestos que realmente no son merecedores de la segunda oportunidad y están accediendo a ello precisamente por la pasividad de los acreedores. 

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