La morosidad en el crédito al consumo se posiciona en los máximos de 2016, alcanzando al nivel más alto en ocho años.
En mayo de 2024, los españoles han acumulado una deuda por crédito al consumo que recuerda los peores momentos de la crisis financiera. Según datos del Banco de España, el saldo vivo de estos préstamos llegó a los 101.319 millones de euros, una cifra que no se veía desde febrero de 2009, cuando el saldo era de 101.599 millones de euros.
Crecimiento preocupante
El saldo de crédito al consumo ha crecido significativamente, aumentando en 1.000 millones de euros en tan solo un mes y en 5.210 millones en comparación con mayo del año anterior. Desde enero de este año, el saldo ha aumentado en 2.568 millones de euros, lo que subraya una tendencia preocupante de dependencia del crédito para financiar gastos diarios.
Tal como indica El Independiente, el 24,5% de las familias españolas recurren al crédito al consumo principalmente para obtener liquidez inmediata, a pesar de la disminución en comparación con el 27% del año pasado. Al mismo tiempo, se ha visto un aumento en la contratación de créditos para viajes y vacaciones, que ha subido del 9,9% al 12,2%. El crédito para financiar la compra de vehículos, en contraste, ha disminuido desde el 17,9% registrado en junio de 2021 hasta el 14,9% actual.
La creciente dependencia del crédito al consumo está estrechamente relacionada con la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas, exacerbada por la inflación y el aumento del Euríbor, que ha encarecido las hipotecas. Con los préstamos al consumo siendo más accesibles y menos restrictivos que las hipotecas, muchas familias optan por ellos para cubrir gastos cotidianos y emergencias.
La morosidad en el crédito al consumo alcanza máximos desde 2016
El aumento en el crédito al consumo viene acompañado de un preocupante incremento en la morosidad. Los impagos han llevado la ratio de morosidad al 7,18%, la más alta desde mayo de 2016. Según el Banco de España, los créditos dudosos en establecimientos financieros de crédito (EFC) ascendieron a 3.060 millones de euros en abril de 2024, un incremento interanual del 7,3% respecto a los 2.852 millones del mismo mes del año anterior.
El deterioro en la calidad crediticia en el sector del consumo está siendo monitoreado de cerca por el Banco de España, aunque todavía no alcanza niveles alarmantes. Históricamente, los préstamos al consumo son los primeros en mostrar señales de dificultades financieras para las familias, ya que son los primeros en dejar de pagarse en tiempos de necesidad, debido a sus mayores tipos de interés y la falta de garantías. En contraste, la tasa de morosidad general de la banca se mantuvo contenida en el 3,6% en abril de 2024, con un volumen de créditos dudosos de 42.141 millones de euros frente a un stock total de 1,17 billones de euros.
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