El mercado inmobiliario barcelonés recupera impulso y se encamina a cifras de récord tras un segundo trimestre marcado por operaciones de gran volumen y el retorno de la inversión institucional.

Barcelona se consolida como uno de los mercados de oficinas más dinámicos del sur de Europa. Tras varios años en los que el segmento había cedido terreno frente a otros activos inmobiliarios, las oficinas vuelven a brillar con fuerza en la capital catalana. Según lo publicado en el periódico Expansión, la contratación de espacios de trabajo ha crecido un 60% en el segundo trimestre, hasta alcanzar los 97.000 metros cuadrados, y las previsiones para el conjunto del año apuntan a una absorción superior a los 300.000 metros cuadrados, según datos de CBRE. De cumplirse, se trataría de la mejor cifra desde 2022.
Este repunte de la demanda llega tras un primer trimestre flojo, en el que las contrataciones cayeron un 34% por el retraso en el cierre de diversas operaciones. Sin embargo, la actividad ha repuntado con fuerza desde abril, situando ya el volumen contratado en el primer semestre en 157.000 metros cuadrados. La cifra se equipara a la del mismo periodo de 2024, impulsada por transacciones relevantes como el alquiler de 14.100 metros por parte de Deloitte en el edificio Aura —el antiguo Corte Inglés de Francesc Macià— y el arrendamiento completo de la Casa Tecla por parte del centro educativo IES Abroad.
Las oficinas lideran la inversión inmobiliaria en la ciudad
El renovado dinamismo del mercado ha devuelto a las oficinas a la primera línea de la inversión inmobiliaria. Con 550 millones de euros movilizados hasta junio, este segmento triplica la inversión registrada en el mismo periodo de 2024 y representa el 30% del total en Barcelona. El volumen roza los niveles históricos de 2021, cuando se alcanzaron los 580 millones de euros en solo seis meses.
Entre las grandes operaciones destaca la compra de la sede de Planeta por parte del hólding de Amancio Ortega por 250 millones de euros, así como adquisiciones por parte de Colonial y de otros fondos institucionales, que confirman la confianza renovada en este activo. Además, la mejora en los niveles de contratación ha reducido ligeramente la disponibilidad, que ha pasado del 15% en el primer trimestre al 14,7% en junio.
El distrito 22@ continúa siendo el motor principal de este mercado, concentrando el 35% de las operaciones de alquiler, aunque sigue sumando espacio disponible por la entrega de nuevos proyectos.
Barcelona afronta así la segunda mitad de 2025 con perspectivas sólidas. El comportamiento del mercado, tanto por la vertiente ocupacional como por la inversión, evidencia una recuperación estructural del segmento de oficinas, que vuelve a situarse como pilar del inmobiliario barcelonés.
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