La plataforma inmobiliaria de Blackstone negocia aliarse con inversores internacionales para liderar su entrada en el negocio residencial, aportando gestión local y experiencia en suelo y promoción.

Aliseda Inmobiliaria, la plataforma controlada por Blackstone, ha iniciado conversaciones para convertirse en el socio gestor de un gran fondo internacional interesado en entrar en el negocio residencial español. El objetivo de la compañía es posicionarse como un especialista integral en suelo, promoción y comercialización de vivienda, dejando atrás su imagen tradicional de servicer. Según ha explicado Eduard Mendiluce, CEO de Aliseda y Anticipa, al diario Expansión, la firma quiere liderar la entrada de capital institucional extranjero en el sector promotor español.
La propuesta de Aliseda pasa por ofrecer una solución llave en mano a estos inversores, desde la búsqueda de suelos y la gestión urbanística, hasta la promoción y venta, o incluso el alquiler a través del modelo build to rent. “Contamos con una red territorial consolidada, una década de experiencia y un equipo altamente especializado”, asegura Mendiluce, quien subraya que la compañía no busca coinvertir, sino cobrar honorarios vinculados al éxito de los proyectos. La posibilidad de trabajar en régimen de exclusividad con un gran fondo también está sobre la mesa.
Crecimiento apoyado en suelo, promoción y rehabilitación
En paralelo, la compañía sigue consolidando su papel como actor clave en la promoción residencial a través de su plan Suelos 4.0, con el que colabora con más de 1.200 promotores en toda España. Con una cartera de 2.500 millones en activos de suelo y capacidad para desarrollar hasta 100.000 viviendas, Aliseda defiende fórmulas como la permuta para impulsar nuevas promociones. “Hay una demanda brutal por falta de suelo finalista”, apunta Mendiluce, quien también reclama mayor agilidad normativa y fórmulas innovadoras para movilizar suelo público y privado.
Aliseda también apuesta por la rehabilitación energética con su iniciativa Effic, lanzada para ayudar a comunidades a mejorar la eficiencia de sus edificios. En este contexto, Mendiluce prevé una subida sostenida de precios de la vivienda hasta 2030, impulsada por la escasa oferta. Insta a las promotoras a anticiparse comprando suelo en fases tempranas del planeamiento, lo que permitiría mantener márgenes ante la presión de costes. Además, advierte que será clave actuar ante la directiva europea de eficiencia energética que limitará el alquiler de inmuebles con certificación F o G.