La Banca como Servicio (Banking as a Service o BaaS) permite a empresas no bancarias brindar servicios bancarios a sus usuarios finales. Así, las tecnologías y modelos de negocio BaaS sirven como puente entre estas empresas no bancarias (que por regulación no pueden guardar dinero de ahorristas, por ejemplo) y un banco (que sí tiene la capacidad legal para hacerlo).
Estas empresas no bancarias pueden ser fintechs que no están en capacidad de proveer eficientemente todos los servicios de un banco o empresas de otras industrias interesadas en proveer servicios financieros a sus clientes (y convertirse por tanto en fintechs). Estos servicios se conocen como embedded banking y son habilitados por BaaS.
Un ejemplo de embedded banking a través de BaaS es la aplicación móvil de Starbucks en EEUU, en la que se ofrece productos de depósitos y créditos operados por JPMorgan Chase bajo una modalidad de BaaS. La aplicación fue lanzada al mercado en 2011 y permite a los clientes guardar dinero y ganar recompensas por compras en Starbucks. Un cuarto de todas las transacciones de las tiendas de EEUU ahora se realiza a través de la aplicación, y a marzo del 2023 tenía US$1,800 millones que los clientes habían depositado y aún no gastado.
Otro ejemplo es la aplicación de ridesharing Lyft. La empresa ofrece a sus conductores una tarjeta de débito para que puedan obtener sus pagos instantáneamente después de cada viaje, y una cuenta para que puedan ahorrar una parte de sus ganancias. Esta cuenta es operada por Stride Bank con un modelo BaaS.
Modelos BaaS visionarios
Existen tres tipos de modelos BaaS según Chris Dean, CEO de Treasury Prime[1], a quien considero un visionario en el tema…
Modelo Banco-Directo: En este modelo cada banco desarrolla su propia interfaz de programación de aplicaciones (Application Programming Interface o API). El banco maneja todos los aspectos de la asociación, incluida la búsqueda de clientes y garantizar el cumplimiento y la gobernanza. Algunas grandes fintechs prefieren este modelo porque el tratar directamente con un banco les permite mayor acceso, control y visibilidad en situaciones de crisis. Sin embargo, las interfaces son menos ágiles y completas que otros modelos y a menudo su integración requiere un tiempo considerable. Adicionalmente las fintechs que trabajan con un solo banco se exponen al riesgo de concentración en caso de que algo salga mal en la relación o en el propio banco.
Modelo de Sociedad Banco-Proveedor Tecnológico: En este modelo varios bancos trabajan en conjunto con proveedores tecnológicos como Treasury Prime para proporcionar productos bancarios a las fintech. El banco sigue siendo responsable del cumplimiento y la gobernanza, pero puede pedirle al proveedor tecnológico que le ayude a conseguir clientes. Si bien la API bancaria conecta a las dos partes, el banco y la fintech aún tienen líneas directas de comunicación entre sí. Este modelo es técnicamente sofisticado y rápido de integrar, combinando los beneficios del modelo Banco-Directo sin sus inconvenientes. Este modelo también permite a la fintech trabajar con distintos bancos aprovechando las competencias de cada uno.
Modelo de Distribuidor de APIs: Aquí, la empresa tecnológica asume algunas funciones bancarias y actúa como banco, pero sin tener una licencia bancaria. Estos distribuidores de APIs realizan algunos elementos de la supervisión regulatoria de la fintech y solo en ocasiones buscan la aprobación de un banco asociado.
Algunos proveedores de servicios BaaS en el mundo son Solaris Bank en Alemania y Pomelo en Argentina, cuyo objetivo es proveer infraestructura bancaria bajo esta modalidad. Algunos bancos digitales, como Nubank en Brasil y Starlink Bank en el Reino Unido, operan negocios bancarios y además ofrecen servicios BaaS. Finalmente, algunos bancos tradicionales como Banorte en México e Interbank en Perú también ofrecen algunos servicios con modalidad de BaaS. Como ven el mecanismo se adapta a muchas situaciones y multiplica las posibilidades de interacción y provisión de servicios financieros.
BaaS es un catalizador de la transformación en curso de los servicios financieros. El camino no está definido, y la regulación tendrá un impacto enorme en cómo evoluciona. ¿Serán los bancos incumbentes desintermediados y perderán relevancia ante los usuarios? ¿O usarán BaaS para multiplicar su oferta de servicios y llegar a muchos más clientes que hoy? Nos esperan años apasionantes.
[1] Disclosure: Soy inversionista ángel en Treasury Prime.